martes, 11 de febrero de 2014

Y aquí tenemos a Miriam Santa Cruz. Una mujer preciosa, con un inglés perfecto, con pinta de cualquier cosa menos de dedicarse a limpiar y cocinar para los demás. Siempre con su música a cuestas y con su imborrable sonrisa y su taza de café. Te espera en la cocina para que te sientas bien, para que valores lo que tienes porque algo que dice que ella lo perdió todo...perdió mucho...y jamás lo volverá a recuperar. ¿De qué son las cicatrices de sus muñecas? ¿Por qué a veces pierde la mirada en ningún lugar? ¿Por qué tiene tanto miedo y está tan sola? Amará a Miriam, te lo aseguro.

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